Por Mundo Fiduciario
Las Fideicomisos de Inversión en Bienes Raíces (Fibras) en México son instrumentos financieros que brindan a los inversionistas la oportunidad de participar en el mercado inmobiliario sin necesidad de comprar propiedades directamente.
El marco regulatorio para las FIBRAS en el país se inspiró en los Real Estate Investment Trusts (REITs) que existen en Estados Unidos y otros países, mientras que para 2004 en México, se emitieron las primeras regulaciones a través de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).
En México, el primer fideicomiso de inversión en bienes raíces que se lanzó fue el FIBRA Uno, que comenzó a operar en marzo de 2011. Su éxito inicial ayudó a establecer un modelo de FIBRAS en el país, y aceleradamente se fueron creando otros fideicomisos que han ganado popularidad entre los inversionistas debido a su capacidad de ofrecer rendimientos atractivos y su estructura que permite la diversificación de inversiones en bienes raíces. Esta nueva forma de inversión fue parte de un esfuerzo por atraer capital hacia el sector inmobiliario.
¿Cómo funcionan?
Funcionan de manera similar a los fondos de inversión, donde los recursos de varios inversionistas se fusionan para comprar y administrar bienes raíces. Las FIBRAS se crean mediante un fideicomiso donde se agrupan diferentes propiedades. Los inversionistas compran certificados bursátiles fiduciarios de este fideicomiso, lo que les permite apropiarse de una parte de las propiedades gestionadas. Estas generan ingresos, principalmente a través del arrendamiento. De acuerdo con la ley, se exige que al menos el 95% de las ganancias obtenidas por la FIBRAS se distribuyan entre los inversionistas, lo que ofrece un flujo de ingresos habituales derivados de la ocupación de los inmuebles.
Desde su creación las FIBRAS se han adaptado a las condiciones del mercado, lo que ha permitido que sigan siendo una opción viable para los inversionistas en México, prueba de ello, son las facilidades fiscales que representan para el mercado debido a que pueden adquirir certificados bursátiles fiduciarios de un fideicomiso que posee y opera bienes inmuebles generadores de ingresos como: oficinas, centros comerciales, entre otro tipo de propiedades.
El desempeño de una FIBRA puede verse afectado por la ocupación de inmuebles y cambios en las rentas, lo cual puede ser riesgoso en condiciones económicas adversas, sin embargo, hoy en día, su regulación por parte de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) ha contribuido a generar confianza en el mercado. De esta manera, han proporcionado a los inversionistas la oportunidad de recibir ingresos regulares a través de distribuciones de utilidades, además de potencialmente beneficiarse del incremento en el valor de las propiedades en las que invierten. Como resultado, las FIBRAS se han convertido en una parte importante del mercado financiero en México, promoviendo la inversión en el sector inmobiliario y contribuyendo a su desarrollo.
El acceso al mercado inmobiliario que ofrecen las FIBRAS es considerable, puesto que permiten que pequeños inversionistas participar en oportunidades que normalmente estarían reservadas para grandes capitales, lo que fomenta una mayor inclusión en el sector. Además, proporcionan diversificación del portafolio, permitiendo la inversión en distintos tipos de propiedades, desde comerciales hasta residenciales, lo que puede ayudar a mitigar riesgos asociados a la concentración en un solo sector. Si está interesado en invertir, los expertos recomiendan la importancia de analizar las diferentes opciones disponibles, ya que cada FIBRA puede tener un enfoque y rendimiento diferente. “Para que los nuevos inversores tengan un portafolio de inversión diversificado necesitan contar con instrumentos diversos que presenten: tanto activos de apreciación de capital como activos que ofrezcan flujos constantes, y es aquí donde las FIBRAS ofrecen dicha diversificación”. Comentó Juan Manuel Olivo, Director de Promoción y Emisoras de la Bolsa Mexicana de Valores.
Juan Manuel Olivo, experto en el sector inmobiliario expresó que actualmente en nuestro país se están impulsando mecanismos que van a permitir a las FIBRAS colocar certificados de forma ágil con el fin de aprovechar las oportunidades que el mercado inmobiliario les presente.
Otro de los principales beneficios de las FIBRAS radica en su tratamiento fiscal favorable, ya que no están sujetas al impuesto sobre la renta, por ganancias de capital. Esto permite que la mayor parte de sus ingresos se distribuyan directamente a los accionistas, atrayendo así a inversores en busca de rendimientos atractivos sin la carga fiscal habitual que enfrentarían otros instrumentos de inversión.
Sin embargo, este atractivo fiscal viene acompañado de una necesidad de permanecer atentos a la regulación y los posibles cambios legislativos que abarcan a las FIBRAS. Estas entidades están sujetas a un marco regulatorio que puede modificarse, lo que tiene el potencial de impactar significativamente su operación y rentabilidad. Estos cambios en la legislación podrían introducir nuevos requisitos, alterar el tratamiento fiscal o modificar las condiciones del mercado, lo que podría llevar a incertidumbre tanto para los administradores de las FIBRAS como para los inversores.
Conclusión:
El crecimiento de las FRIBAS en México, sin duda refleja un equilibrio de expansión estratégico. Además de que las FIBRAS han transformado el panorama del mercado inmobiliario en México, ofreciendo oportunidades tanto para inversionistas como para desarrolladores, aunque deben estar atentos a los cambios en el entorno económico y social.
Sin duda, invertir en FIBRAS puede ser una opción atractiva para aquellos que buscan diversificar sus portafolios y obtener rendimientos pasivos. Sin embargo, es importante considerar tanto lo beneficios como las áreas de crecimiento y evaluar el perfil de riesgo y los objetivos de inversión antes de realizar una inversión.
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Juan Manuel Olivo
Director de Promoción y Emisoras de la Bolsa Mexicana de Valores
